Leyenda de Pere Porter o "Pere Botero" (Tordera)

Leyenda de Pere Porter o "Pere Botero" (Tordera)

Tordera
Leyenda de Pere Porter o  "Pere Botero" (Tordera)Tordera
 
La leyenda de “Las calderas de Pere Botero”, es suficiente conocido por todo el mundo. Ha pasado de boca en boca de padres a hijos, ha recorrido todos los lugares de Cataluña y se ha extendido por España, llegando hasta Portugal y a Cataluña Norte.

Se dice que la leyenda es la hermana de la pequeña historia, dado que toda leyenda tiene un punto de verdad envuelta de mucha fantasía que la gente, a través de los años, la ha ido modificando sin que a fin se sepa dónde comienza la verdad y donde acaba la mentira. 
La leyenda es conocida por los niños de todas las épocas, cuando los padres o abuelos explicaban cuentos con la finalidad de que los niños se quitaran las consecuencias de obrar bien o mal. Pero los nuevos sistemas que se han impuesto y la electrónica visual substituye los cuentos y trae la noción del bien y del mal, que se interpretaban en las viejas leyendas.
Lo cierto es la existencia real de personajes que nacieron, vivieron y murieron en Mas Portés, en el vecindario de Santo Daniel de Tordera y que su vida estuvo envuelta de tal misterio que verdaderamente hace pensar que algo extraño le sucedió.

La fecha exacta del nacimiento de Pere Porter no se puede precisar, pero si la de su bautizo. En el Folio 6 del libro de Bautizos del Archivo de la Parroquia de Santo Esteban de Tordera, consta la siguiente partida: “A XIX días del mes de febrero de 1553, fue bautizado Pere Porter, hijo de otro Pere Porter, payes del vecindario de Gasolves y Eulalia, mujer suya. Fueron padrinos, Pere Tió, payes de dicho vecindario y Sebastiana Giberta, de dicho vecindario de dicha Parroquia de Tordera”.

A partir del año 1621 comenzaron a distribuirse copias manuscritas de los hechos ocurridos a Pere Porter. Debido a la manca de imprentas, los copistas los realizaban a mano el trabajo, y se daban pequeños errores en la transcripción de datos y nombres.

Entre estas transcripciones hechas a mano, se debe mentar de la que se conserva depositada en el archivo Histórico “Fidel Fita” de Arenys de Mar, escrita por Josep Rusiñol el año 1734, con el título “Historia de Pera Portés cuando fue al infierno”

Con la llegada de la imprenta, los viejos manuscritos se convirtieron en libritos al abasto de todo el mundo. Se sabe que estas publicaciones fueron bastante abundantes, pero solo dos de estas han llegado a nuestro poder, que son: “Verdadera relación de un extraordinario fracaso que sucedió a Pere Portes, hijo del pueblo de Tordera, ciudadano payes del contado de Hostalrich, Obispo de Girona” editado por la imprenta de Manel Llach, de la calle Ferreira Vella, 3, de Girona, en el año 1904.

El otro es el “Viaje al infierno de Pere Porter”, publicado por la Biblioteca Popular de L’Avenç, de Barcelona el año 1906.

Esta última publicación es la más fiable, por el hecho que se completa con un exhaustivo estudio realizado por el escritor Gaietà Vidal de Valenciano sobre diversos manuscritos que llegaron a su poder, y se puede comprobar todos los datos y nombres de personajes que se nombran sobre la historia de Pere Porter en los citados manuscritos la cual cosa, hace el relato más bien documentado.

Esta recopilación de hechos la publico en la revista “La renaixensa” el noviembre del año 1876, bajo el titulo “El mundo invisible en la literatura catalana”
En otros tiempos, la noción del bien y del mal, o dicho en otras palabras, del cielo y del infierno, recorrieron mucha tinta en las diferentes publicaciones sobre el tema, que tal como dice Gaietà Vidalen el preámbulo de su librito, destaca la necesidad del hombre en creer en un sitio expiatorio por las almas a fin de purgar las faltas cometidas en este mundo, que tal como describe Dante en su “Divina Comedia”, fue recogido por muchos literarios catalanes, preocupados en el tema del más allá

El resumen del extenso relato, dice así:
“Relación y memoria del espantoso viaje que hizo Pere Porter, payes del pueblo de Tordera, vescomtado de Bas y provincia de Girona, el 23 de agosto de 1608. En el año de la Natividad del Señor, 1608, a 23 del mes de agosto noche y vigilia de Santo Bartolome Apóstol estaba en Pere Porter, payes del pueblo de Tordera, vescomtado de Cabrera, muy descuidado en su casa, con su mujer y su familia, le expusieron un reclamo y le hicieron después en virtud de una acta de debitorio que él y su padre firmaron, por una cantidad de 600 libras, que habían robado. En dicha ejecución, y por aquella, vinieron los oficiales de la corte de Hostalric, que es la de todo vescomtado. Y por cuando dicho Pere Porter estaba obligado, con escritura de tercio, con bienes y personas, los oficiales le quitaron todos los bienes pero sabía muy bien dicho Pere Porter que el acta en virtud de la cual se le hacia la ejecución, muchos años había que era cancelada, por cuando el paga dicha cantidad, protesta y requiere que no pasen ante dicha ejecución, por cuando él había pagado.

Y como que la cancelación no se encontraba y el notario que había cogido la cancelación de dicha acta ya estaba muerto, la escritura decía que Pere Porter no la había pagado nunca y que debía toda la deuda, los oficiales le dieron diez días de tiempo para los bienes muebles y treinta para los inmuebles;

Y cerrada el acta del inventario, le encargaron a la mujer del dicho Pere; y en quererse llevar la ropa, los ministros por ser pagados los salarios y dietas, se quieren llevar a la cárcel a Pere Porter. Este suplico a los oficiales que no le quitasen la ropa de casa si no que no se movieran que el iría al Pueblo de Massanet, que allí algunos le debían bastante cantidad de dineros para poder pagar todo lo que él debía

Y cerrado el acto del inventario, le pidieron a la mujer del dicho Pere; y en quererse llevar la ropa los ministros por ser pagados los salarios y las dietas, se quieren llevar a la cárcel a Pere Porter. Este  le suplica a los oficiales que no le quiten  la ropa de casa, si no que no se muevan, que el irá al pueblo de Massanet, que allí algunos le debían bastante cantidad de dinero para poder pagarse  todo lo que el debía.

Los oficiales conocían la bondad de ese hombre y por las suplicas de la gente que había allí, decidieron esperarlo hasta la mañana siguiente.

Una vez hecho dicho concierto, Pere se fue tomando el camino de Massanet, y yendo muy pensativo y cabreado, encontró a un joven muy bien tratado que iba en caballo y conducía otra cabalgadura vacía y en el punto que se encontraron, el joven lo saludo y le pidió de donde era y a donde iba.

Pero Pere iba tan pensativo y afligido que no respondió.  Volvió el joven a preguntar qué era lo que le pasaba y si el podía favorecerlo en alguna cosa, que le manifestara la pena que el tenia, que él le ayudaría en todo y por todo.

Escuchando parecidas palabras, Pere Porter respondió que sus trabajos eran tan grandes que él no podía remediar nada, pero era tanta la insistencia del joven que finalmente le explico el suceso que le pasaba sobre la escritura que su padre y el habían echo, cuando años atrás las añadas habían estado estériles y fue forzoso comprar trigo y tuvo que prestar los dineros y hacer un debitorio en el que nos obligaban todos los bienes y heredados, con escritura del tercio y con obligación de personas.  Y así mi padre, antes de morir, pago dicha cantidad y le cancelaron el acta de debitorio, y de esto han pasado más de veinte años, y como que el notario Gelmà Bonsoms está muerto, no se puede encontrar el debitorio que él sabe que se canceló
Mientras iban caminando, llegaron al estanque de Sils, y como que el camino era estrecho y la cabalgadura en la que no iba nadie siempre le iba entrepies, Pere Porter, se decidió a subir al caballo que tantas veces le había ofrecido el joven. Y así, Pere se santiguo y en el punto que fue en caballo se altero y a los caballos se le erizaron en la cabeza y escucho y vio como las cabalgaduras hablaban la una con la otra.

Entonces el joven le dijo a Pere Porter que él le había contado sus trabajos y él le había prometido buscar remedio a sus males, no quiere romper su palabra y le promete que hablara con el notario y que él le dirá donde puso el acta de cancelación. Una vez dichas estas palabras, el joven añadió: “Ten ves en caballo, que yo soy del Diablo”

Escuchando estas palabras, Pere Porter, se fortaleció y dijo: “Jesús, salvame, no me desampares. Virgen Santa María, se en mi”

Entonces las cabalgaduras, todas dos juntas, arrancaron a correr y arremetieron por el estanque de Sils, por montañas y por valles, y Porter siempre chillando y invocando los nombres de Jesús y María; y en tanto que al cabo de una hora de tiempo que fue a caballo, pasadas que hubieran grandes montañas y valles, juntamente grandes aguas y mares, entraron por la boca de una cueva y acabaron en una grande explanada que todo era fuego y demonios con gran multitud de gente que padecía grandes tormentos.

Asustado Pere Porter de ver eso que veía, en el punto mismo que el demonio le había llevado le pregunto si conocería el notario Gelmar Bonsom si lo viera; a esto Pere contesto que si y se adentraron por el medio de los demonios y condenados.

Mientras que Pere iba caminando, Pere veía las almas de mucha gente conocida que habían muerto poco antes o que todavía vivían cuando él estaba en su casa, y dichas almas le dijeron el motivo por el cual eran en ese sitio y por eso pagaban por sus malhechas, hasta que encontraron la del notario que estaba condenado al medio de grandes padecimientos.

En escuchar Pere esto, chillo a grandes voces el nombre de Jesús y de María.
Hasta el punto en que fue una legión de demonios, los cuales dijeron a que se debía darles tales tormentos llamando aquellos nombres que ellos tanto aborrecían.

Mientras decían eso pegaban grandes golpes al notario para que le dijera donde encontraría el acta del debitorio  puesto que ellos no podían sufrir más sintiendo aquellos santos nombres.

El notario dijo que fuera su casa de Hostalric, y que en la sala encontraría un armario y delante de él, a siete baldosas de la pared, alzas des de la siete hasta la doce y miras, que allí encontraría un manual pequeño de firmas y actas y que a las veinte y siete hojas encontraría la suya. Pere volvió a chillar con todas sus fuerzas los nombres de Jesús y María y, al punto, los demonios mas enfurecidos chillaban que se callara, pero él, haciéndose la señal de la cruz, les dijo que lo quitaran de aquel sitio y entonces el demonio que lo había llevado, le dijo que fuera hombre vestido como de romeo, muy resplandeciente que llevaba un bordón en las manos; Estos le ofrecieron una cabeza del bordón para que Pere la tomara. Así lo hizo y, todo seguido, se encontró junto a una villa y quedo solo en aquel sitio. 

Entonces, Pere quedo asustado, pensando estar en alguna parte de Cabrera. Vio una mujer que vendía pan y como que tenía mucha hambre, se acerco a coger uno. 

Puso la mano en la bolsa y saco un ral catalán boscater y se lo dio a la vendedora para que se lo cambiara, la mujer le dijo que le diera otra moneda porque ella no conocía de que tierra era.
Pero como que Pere había comenzado a comer, le replico que la moneda era buena y que no tenía otra. La mujer, en sentir eso, comenzó a chillar alborotada de tal manera que  recopilo a mucha gente y le dijeron que el ral que daba era de una tierra que era a más de 60 leguas y así no era buena.

Pegunto Pere, porque en Cataluña no valía esa moneda, y le respondió que iba equivocado y se encontraba en la villa de Morvedre en el reino de Valencia. En escuchar esas palabras callo amortecido y perdió la palabra. Estuvo así alguna hora. Entre tanto pasaba gente y entre ellos vino un hombre de Tordera llamado Jaume que era en ese sitio por negocios y en reconocerlo todavía que estaba flaco y macilento, parecía que los osos le habían agujereado la piel y todo esperando a que volviese en sí, hablo con él y se lo llevo a la posada. Jaume le pregunto cuántos días había estado fuera de su casa, a la cual cosa respondió Pere que no le hiciera decir nada, puesto que estaba muy cansado y que a la mañana siguiente día de Santo Bartolomé, le explicaría. Jaume respondió que ese día ya había pasado y que era el día de Santo Daniel, primero de setiembre.  En escuchar eso, Pere perdió la palabra y estuvo un mes para recobrar la salud.

Y un día Jaume le dijo que le contara que suceso había es devenido y entonces Pere, se santiguo y dijo que des del 23 de agosto, a las cinco de la tarde, a las tres horas de haber comido, había estado en el infierno, sin comer, sin beber, ni dormir, hasta el día de Santo Daniel que lo encontró.
El dicho Jaume le dijo que callara, pensando que se le había alterado el entendimiento, pero Pere Porter no dejo de contarle, punto por punto, lo que le había pasado. 

En ver que no se lo creía, Pere se altero y se dispuso a ponerse en camino para volver a su casa y así lo hizo sin querer esperar compañía.

El día de Todos los Santos, de dicho año 1608, entro por la puerta de la iglesia de Hostalric y cuando lo vieron entrar estuvieron todos admirados, puesto que todo el mundo pensaba que estaba muerto.

Después de comer, se fue hacia Tordera donde la gente sabía de su sucedido, ya que Jaume había escrito contando lo que Pere le había explicado. En llegar le preguntaban todo haciendo burla que como se estaba en el infierno y el respondía que preguntaran a sus parientes que había visto allí y se pusieron todos a reír, pensando que estaba loco. Los parientes de Pere se lo llevaron a su casa y le dijeron que se asosegara, pero él dijo que no se pensaran que no tenia bien la cabeza, y que a la mañana siguiente se vería que decía la verdad.

El día de los muertos, a 2 de noviembre, después de tocadas las doce horas del medio día, Pere Porter se fue a casa del Alcalde de Tordera y le pidio muy encarecidamente que, ya le había echo asistencia en la ejecución de vender los bienes, haz asistir a ver como encontrarían la cancelación del acta del debitorio.

El alcalde acepto y, Juntamente con algunos de otros que estaban deseosos de ver lo sucedido, se pusieron a caballo y Pere con ellos para dirigirse a Hostalric. En entrar a la villa, se encontró unos parientes del notario Bonsoms y en el punto mismo les dijo que era en el infierno. La otra gente acudió como a borbones y alborotados preguntaban por sus parientes en medio de risas y burlas.
Pere, sin perder la calma, fue al Alcalde de Hostalric y le pegro que le hiciera el placer de venir a hacer asistencia. Acepto el Alcalde y junto con el de Tordera, se fueron hacia casa del notario, y en esto se recopilo a mucha gente del pueblo.

En llegar a la casa, la mujer y parientes de Bonsoms, dijeron que no tenian ninguna escritura, puesto que todas eran a l’Escrivania.

Pero Pere Porter replico que subieran a la sala de arriba de la casa. Los parientes accedieron, ya que así, y de una vez por todas, se comprobaría que este hombre loco y todo entendería que decía mentiras y tenia alterado el entendimiento.
Subieron a la sala y todo el mundo buscaba sin encontrar ningún papel, hasta que Pere dijo que buscaran en el armario y la gente abrió sin encontrar nada, pero él dijo que no estaba dentro, sino que debajo de la baldosa delante suya, tal y como le había dicho el notario en el infierno. Así lo hicieron y todo levantando la baldosa, encontraron el manual pequeño de firmas con el que restaron todos asustados.

Y entonces dijo Pere Porter que miraran en la hoja veinte y siete y todos asustados miraron y reconocieron que era escrito de la mano del dicho Bonsoms y era verdad que dicha acta de cancelación había prendido y era escrita de la mano del notario.
Quedaron todos asustados de tal manera que ni ellos hablaban ni se movían y quedaron todos mudos.

En el mismo punto dicho Pere se arrodillo y junto las manos, alzo los ojos al cielo dando las gracias al señor. Después requirió y pidió que dicha acta de cancelación fuera quitada y dada una copia, y así que la justicia de Hostalric le librara, pidió que le fueran restituidos los bienes y todas las perdidas en dicha ejecución,  así volvería a la posesión como antes.
Estos hechos llegaron a los oídos del señor Inquisidor de Barcelona, puesto que los parientes de los citados por Pere Porter se fueron a quejar, por esto Pere fue llamado por el Tribunal de la Santa Inquisición, detenido y interrogado por descubrir como había encontrado el acta, la cual cosa confirmaba que era verdad todo lo que Pere Porter había dicho y por eso fue quitado de las prisiones y dejado en libertad”.

Hasta aquí, muy resumida, la historia de Pere Porter, siguiendo el máximo posible el mismo estilo del dicho librito.
Sea cual sea la parte verídica de esta leyenda, lo que sí es cierto es que al pobre Pere Porter, alguna cosa extraña le sucedió, ya que fue realmente excomunicado por la Iglesia.
El motivo no se puede precisar, aunque es posible imaginar que debería ser debido por ir explicando la experiencia “real” o imaginaria de su viaje al infierno. En los últimos momentos de su vida se debía retractar, y en consecuencia que le fue alzada la excomunión y pudo ser enterrado cristianamente, tal como consta en el Libro de Obits del Archivo Parroquial: “ A 7 de enero de 1618, murió el viejo Porter, excomunidado-retractio-Ilmo.

Por acabar se debe mentar un detalle bastante importante como es el nombre del personaje que, tal y como se llama en todo momento es Pere Porter  y no Pere Portés, como se encuentra en algún escrito, y que se confunde con el de su casa de Mas Portés, que posiblemente en tiempo pasado podría ser común debido a tomar la masía el apellido de su amo.
Pero todavía mas importante es el hecho que en muchos sitios la leyenda se conozca como “Las calderas de Pere Botero”, en la cual el personaje principal es un ser demoniaco que sirve para atemorizar los infantes, siendo una deficiente interpretación de lo bueno y honrado del payes que precisamente por este motivo no es aceptado en el infierno. Esta mala interpretación es debida a Víctor Balaguer, importante escritor catalán del siglo pasado, que escribió la obra “Las calles de Barcelona”, editada el año 1866, y que en Vol. I pagina 504, se ocupa de la calle llamada del infierno y hace llamado  libre de la leyenda bastante conocida de su época, y rebate el personaje como a Pere Botero, todo derivarse por este motivo la errónea interpretación del nombre y que debido a la importancia que tuvo Víctor Balaguer por la literatura catalana, pronto se escampo por todos los lados el nombre de Pere Botero, quedando en el olvido el nombre verdadero.

“Y así acaba la historia de Pere Porter que queda escrita  para que quede en la memoria”
 
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